domingo, 25 de febrero de 2018

Israel - Gal Mekel


Últimamente me estoy pasando con el blanco, lo sé, pero cuando aparece por el blog es porque merece la pena saltarse la norma. Esta cami es historia FIBA, concretamente historia de las ventanas FIBA, porque esta se usó (literalmente) en las primeras ventanas disputadas entre el 24 y 27 de noviembre de 2017, saldadas con una victoria ante Estonia y una derrota ante Grecia por parte de la selección israelí. Además de ser match worn y estar usada en ventanas, tiene un añadido especial ya que la federación de Israel no vende sus camisetas y la única manera de conseguir una es que sea usada en partido. El no comercializar sus equipaciones debe ser el motivo por el cual la federación y Peak no decidieron modificar apenas su diseño a través de los campeonatos, el Eurobasket 2013 es el último en el que Nike patrocinó al equipo asiático (por si alguien se pregunta el porqué de un equipo asiático en Europa), desde entonces se ha usado el mismo modelo para los Euros del 2015 y 2017 y que seguirá en activo durante el 2018.

En un tiempo en el que los bases se han convertido en anotadores compulsivos o jugadores totales, escasean cada vez más los directores de juego puro con gran capacidad de pase. Gal Mekel es un jugador atípico dentro del panorama israelí, marchó a USA para enrolarse en la universidad de Wichita State para posteriormente regresar a Maccabi Tel Aviv para triunfar, pero a diferencia del resto de estrellas hebreas, Mekel nunca llegó a triunfar en el club macabeo, es más, fue uno de los artífices de ganar dos ligas con Maccabi Haifa y Hapoel Elyon a un Maccabi que había dominado quince años consecutivos. Tras eso (y conseguir dos MVPs de la SuperLiga) se ganó el pasaporte para probar en la mejor liga del mundo y convertirse en el segundo jugador de su país en lograrlo, el otro fue Omri Casspi, compañero de generación con el que compartió equipo en categorías inferiores. Pero su estilo no cuajó en los Mavs ni en los Pelicans así que volvió al viejo continente para hacerse un nombre y tratar de asentarse como unos de los mejores bases europeos.

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