lunes, 9 de marzo de 2015

Barça - Jacob Pullen


En Catalunya, hagas lo que hagas va a generar polémica. Betis o Valencia ya vestían los colores de su comunidad autónoma cuando llegó el Barça y la lió presentando su segunda equipación basada en la senyera. Aunque más la lió Nike introduciendo cinco franjas rojas en la camiseta cuando la senyera solo luce cuatro, fue una peña blaugrana la que puso el grito en el cielo a través de Twitter. Nike se excusó diciendo que la camiseta tan solo quería transmitir la esencia de la senyera y no plasmarla literalmente, una temporada más tarde se descubrieron sus verdaderas intenciones ¿Resultado? Temporada 2013-14 con cinco franjas y 2014-15 con cuatro. Una de las razones por las que no se cambió de manera inmediata fue por el gran fracaso comercial y económico que conllevaría su sustitución, algo incongruente con la política del club de no comercializar la segunda equipación desde tiempos inmemoriales (y la primera desde hace bien poco) y que a la vez es incoherente por la gran acogida que tuvo en la sección de fútbol.

Puede que pasara sin pena ni gloria por Barça o Sevilla pero este base de corta estatura es historia viva de la ACB: 12 triples dejando en el olvido a un icono del baloncesto como Schmidt (que si os parece suerte luego le repite). Un killer salido de la universidad de Kansas State donde se labró una gran fama como anotador, ídolo de la afición que promocionó un eslogan con su barba "Fear the beard" pero al que le fue esquiva la suerte del draft, por lo que tuvo que dar el salto a Europa. De la mano de Georgia  aquí os explica el bueno de Jacob su pasado georgiano  consiguió ser visible para los grandes conjuntos europeos y así firmar suculentos contratos con los que comprarse zapas... Sí, zapas. Es un auténtico amante de las zapatillas, hasta el punto de cambiar sus modelos a mitad de partido según si estaba jugando bien o mal. Acostumbrado a ser subestimado por su tamaño, lleva el 00 porque en categorías inferiores era el uniforme más pequeño, aunque después de que te meta doce triples quizás ya no te importa tanto su tamaño.