lunes, 11 de marzo de 2013

Minneapolis Lakers - Kobe Bryant


¿Alguien se ha planteado a qué huelen las nubes?¿Hay vida después de la muerte?¿Por qué se llaman Lakers si los lagos no proliferan en LA? Para los dos primeras preguntas tendréis que morir para averiguarlo, pero os puedo decir que antes de establecerse en LA los Lakers provenían de Minneapolis, la tierra de los 10.000 (11.842 exactamente) lagos. 13 temporadas de vida en las que durante sus 3 últimos años vistieron estas maravillas; simples, con el nickname rodeado de estrellas (¿guiño o casualidad?) y con el color básico de la franquicia en sus inicios. Porque no siempre han vestido de oro y púrpura, en sus comienzos los uniformes vestían el azul cielo y el oro, suponemos que en honor al agua. Vistieron también una variación de este modelo en el que no se incluían las estrellas y otra preciosidad que veremos más adelante por estos lares. Obviamente la que veis en la foto es un throwback estrenado en la campaña 2004-05, la única alegría de una decepcionante temporada.

Sed conscientes de que estáis asistiendo al retiro de unos de los jugadores Top5 de la historia de la NBA, heredero de Jordan y devora récords. Sería fácil enumerar todos sus logros pero no lo haré (los 81 puntos, esto no lo puedo evitar) así que hablaremos de otras facetas suyas, como la musical. Sí, otro jugador con ramalazos de rapero que llegó a batirse en duelo en el hall de un hotel con Alvin Williams. Quizás el gusanillo lo introdujo Brandy, cantante de RnB con la que fue a la graduación de su instituto, en el que por cierto retiraron su camiseta con el número 33. Si fuera posible le retirarían también el de la universidad pero decidió dar el paso directo de HS a la NBA donde no pudo escoger el 33 (retirado en honor a Kareem) así que escogió el 8 para luego cambiar al 24 (¿uno por encima de Jordan?). Amado y odiado a partes iguales en toda USA pero sin miedo a batirse en cualquier arena, incluso la del Rucker, hoy se retira en mi opinión el mayor talento individual que he podido ver (por TV claro, en directo tendría que hipotecar mi vida).



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